El miedo cumple una función vital en nuestras vidas, nos mantiene alejados de peligros y normalmente, nos mantiene a salvo. Puede hacerse presente en más de una forma, dependiendo de las propias experiencias de cada persona. Los signos del zodiaco tienen mucho que decir al respecto. Cada uno de nosotros está condicionado por sus dictámenes. Aunque tengamos el tapete tendido y márgenes estrechos por donde movernos, siempre podemos decidir qué hacer con nuestras vidas. De igual modo, somos capaces de tomar medidas en cuanto a nuestros temores.
El discurrir de Virgo por la ruta del temor
Virgo es el signo de los perfeccionistas de quienes mantienen el control de toda la maraña de hilos de que se componen las situaciones. Es más sensible a los errores que pueden ocurrir y, ante el constante temor de tenerlo todo en orden, siempre se mantiene ocupado. Hay momentos en que pierde de vista el norte por estar muy implicado en lo microscópico; este es otro de sus temores, perder el control del todo por andar concentrando sus esfuerzos en nimiedades.
Manipulador en exceso, al ver sus expectativas defraudadas, inerme, se entrega al pánico y a la desesperación. Entonces vuelca su frustración sobre todo aquello que tiene al alcance… Más adelante, al recordar este incidente lamentará haber actuado así y alimentará temores por incidentes futuros de iguales dimensiones. Los efectos negativos de sus temores no le asolarán tanto si aprende que no todo se puede controlar en la vida. Hay rutas por las que muchas cosas fluyen sin el menor control y sin embargo no son perjudiciales ni hacen colapsar la estructura que constituyen.
Virgo, ¿impecable y limpio de más?
Comenzando en un manejo sobrealimentado de la limpieza hasta tornarse en un maniático de la limpieza, Virgo adquiere temores que tienen que ver con gérmenes e infecciones. Un temor acrecentado a la suciedad, al polvo y a cualquier tipo de contaminación, se enraíza en su alma. Otra circunstancia que atemoriza a Virgo es el no ser capaz de cumplir con sus promesas. Para él es realmente malo el incumplir sus juramentos. Esto hace que pierda confianza en sí mismo, exacerbando sus temores.
Puesto que dedica casi el cien por ciento de su tiempo al trabajo, le asalta el temor de ser objeto de búsquedas de provecho en su persona. El manipulador manipulado: Virgo teme que saquen provecho de su dedicación al trabajo aprovechándose de él. Su estabilidad emocional la encuentra en el orden, la organización y la limpieza. Su temor es que la modificación de las condiciones existentes eche por tierra el arduo trabajo que ha realizado edificando cuidadosamente su castillo de arena. Es así que su temor, que puede convertirse en fobia, es el miedo a los cambios.
Analíticos a ultranza buscan incansablemente los motivos racionales de los acontecimientos. Ante lo inexplicable, frente a aquello que no tiene aparente razón de ser y que sucede simplemente porque sí, encuentran la frontera de sus indagaciones; entonces se ven consumidos por el inmensurable caos del Universo; esto puede convertirse en una fobia, descubrir que en realidad nada puede ser controlado.
