El amuleto para Sagitario ha de ser hecho con el color que le es propio: el azul. Ha de respirar la calma del cielo y el espíritu aventurero del mar. Imbuirse con el azul de la conciencia celestial, con el esperanzador aroma de un futuro promisorio.
La creación del amuleto de Sagitario
Es muy reconocida la tranquilidad que proporciona el color de Sagitario. Por ello su amuleto ha de ser creado entretejiendo cuidadosamente los finos hilos de la urdimbre planetaria. Hazte con un pequeño trozo de azurita, trata de que esté en estado natural, sin haber sido sometido a procesamiento ni pulido alguno.
Habrá de ser pequeña porque lo llevarás contigo dondequiera que vayas, solo cuando estés en casa podrás dejarlo reposando. Para el primer paso necesitarás siete hojas de laurel. Una a una, enciérralas entre las dos palmas de tu mano; mantenlas así hasta que sientas que han adquirido la temperatura de tu cuerpo. Con esto conseguirás transmitirles tus energías. Distribúyelas formando un círculo sobre un montoncito de mirra debidamente esparcida y aplanada en un platito.
Permanece en silencio por un rato. Extiende tus brazos hacia los lados sin despegar los codos de tu torso, con las palmas hacia arriba. Piénsate a ti mismo expandiendo tus energías hacia el mundo, siente cómo tu calor viaja hacia todos los rincones. Luego de unos minutos, las energías que enviaste al mundo retornarán a ti. Cierra los ojos, en tu imaginación toma un trozo de sol y aproxímalo a la mirra hasta que arda con llamas azules.
Visualiza cómo las energías negativas son absorbidas y quemadas sobre las hojas de laurel. Mira también cómo las energías positivas se agolpan en torno al círculo. Es el momento de colocar la azurita en su centro. Luego de algunos minutos apaga la llama en tu imaginación. Toma la azurita e introdúcela en el interior de una bolsita de tela azul, toma también una hoja de laurel y un grano de mirra y guardalos en la bolsita. Ata la bolsita con un hilo amarillo, imagina que es un rayo de sol.
En los próximos días deberás enseñarle a tu amuleto lo que quieres que ella haga en tu vida. Durante tres días repite la palabra «prosperidad», una vez en la mañana y otra en la tarde. Cuando lo hagas aleja la envidia de tu mente. En torno al medio día repite la palabra «amor». Recuerda, durante estos tres días, cargar siempre con tu amuleto. Siéntete satisfecho con él.
Transmítele, en una íntima conversación telepática, tu entusiasmo por la vida, tu optimismo y tu intensa pasión por la aventura. Luego de que Sagitario le ha confiado sus secretos, temores y miedos se sentirá más ligado a su amuleto. Éste bloqueará las energías negativas y filtrará de la turbidez de su entorno las energías positivas. Tendrá que mantenerlo lejos del alcance de manos ajenas. Para neutralizar la contaminación de su amuleto, fruto de su diaria labor, debe sustituir, una vez por mes, sin necesidad de ritualizarlas, el grano de mirra y la hoja de laurel.