Las actividades recreativas han jugado un papel indiscutible en la vida de todas las personas. Casi intuitivamente, la intuición puede concebirse como aquello que es opuesto al trabajo. En todo caso, la recreación es una actividad que produce placer. Para saber cuáles son las preferencias que cada signo del zodiaco tiene para recrearse consultaremos a los astros. Luego de haber hecho las preguntas adecuadas podremos estar en disposición de revelar los ladrillos desde donde cada persona llega a ser como es. En este artículo realizaremos este proceso centrándonos en el signo de Virgo.
Un Virgo divirtiéndose
Desde un principio, Virgo se da a notar por sus características analíticas. Cualquier cosa que atraviese su mirada será de inmediato sometida a la más minuciosa pesquisa. Sucede así tanto en momentos de trabajo como de diversión. Así pues, cuando se trate de divertirse, en ocasiones Virgo es un auténtico aguafiestas ya que no puede reprimir del todo su disciplina y organización. Aunque, cuando ocupa el puesto de entrenador o mánager, su equipo tiene mayores probabilidades de salir victorioso. Las aptitudes de Virgo se aprovechan mejor haciéndole participar de analista y organizador. Esto será reconfortante para él, puesto que se sentirá como pez en el agua.
Virgo no es de los que se divierten hasta el hartazgo, es más conocido por pedirle muy poco a la vida. Su naturaleza amable y humanitaria lo mueve a permitir que sean los demás quienes se diviertan en su lugar; sin embargo, al ocurrir esto, exuda desde dentro de sí una sensación de alegría, constituyendo así una forma muy eficiente de recrearse. Es de los signos que evitarán participar en deportes excesivamente competitivos, hacerlo le ocasionaría tensión y no alcanzaría a divertirse. Pero hay Virgos que disfrutan un buen juego en el que pueden manipular sigilosamente a los demás, a través elaborados de tejemanejes. Evitará incumplir las leyes, los riesgos y romper las rutinas.
En definitiva, ¿qué actividad hará feliz a Virgo?
Un Virgo feliz es aquel que puede divertirse siguiendo los dictados de la ley y la moral, siendo un buen ciudadano. Para él bastan las cosas sencillas para hallar recreación. Igualmente tradicional es su manera de actuar, incluso en momentos de relax, siempre disciplinada y formal. Se sienten bien consigo mismos cuando notan que son útiles, cuando gracias a ellos su equipo consigue una victoria. De vez en cuando, en pleno ajetreo, mientras las risas, las bromas y alboroto llenan el espacio, se puede notar una sutil tristeza en sus facciones.
Su naturaleza perfeccionista los suele conducir a episodios depresivos, brotando en los momentos menos esperados. No por ello dejan de agradecer un grato momento de felicidad y no rehúyen a quien los invite a participar en diversas actividades recreativas. Si se les da a elegir los virginianos preferirán los juegos de lógica, los puzles y otros similares, donde puedan derramar sin esfuerzos sus naturales dotes intelectuales, detallistas y organizativas. Un defecto suyo saltará a la palestra, también en circunstancias poco esperadas: el criticar el comportamiento de los demás por no ser tan eficientes como debieran en el proceso de un juego.